A veces el flujo de lo cotidiano nos va arrastrando y con ello dejamos de asombrarnos, aprender y reflexionar; el día de ayer me di cuenta de un poderoso parteaguas en la vida del ser humano: «La agricultura». ¿Y que tiene que ver esto con las finanzas? Todo y todo, sin la revolución agrícola no habría finanzas, ni «trading», ni nada de eso… ¿Y por qué es importante reflexionar sobre ello? Porque probablemente nos hemos alejado de un sentido más puro de la vida: «El nomadismo» , y es que hay que ver la vida como un todo, no como algo separado de esto y aquello… Y es que al parecer desde el momento en que el ser humano fue pasando de ser un cazador-recolector a un sedentario empedernido, este fue perdiendo plenitud y felicidad, ya que el nomadismo permitía al ser humano no desarrollar un apego tan brutal a las cosas, de la manera que lo hace el sedentarismo. Esto no es una suposición llana y pura, tiene sentido; expertos en la materia están llegando a esta posible realidad… ¿Será casualidad que cada vez más jóvenes optan por llevar una vida de más movimiento y menos arraigo? Esto es evidente en las nuevas generaciones: Las personas ya no quieren tener hijos, buscan viajar más que antes, existe más consciencia respecto a la alimentación, el ejercicio, etc… Al parecer el ser humano esta buscando inconscientemente regresar a una forma de vida donde todo es un poco más improvisado y menos «seguro», pero no porque sí, sino porque lo que busca es la felicidad (es el único medio y fin legítimo).
Si nos ponemos a pensar, las finanzas nacieron a partir de que el humano empezó a tener más tiempo para pensar y menos tiempo para moverse de un lado al otro; las finanzas son producto del ocio humano; al humano le gusta construir castillos en el aire y habitar en ellos, le huye a los castillos reales, de piedra… No estoy queriendo decir que las finanzas sean malas o la causa de que el ser humano se haya perdido en el camino, simplemente son el resultado de un ser humano cada vez más preocupado por el futuro y con menos tiempo para el presente; nuestros antepasados cazadores-recolectores tenían más tiempo para el presente y por ende para ser más plenos.
No se trata de quedarnos en una encrucijada y deprimirnos, sino de tratar de buscar un equilibrio entre el nomadismo y el sedentarismo, se puede hacer, al menos así lo creo yo.
Un saludo
Marco Cass