La realidad de las universidades

La universidad como todo en la vida es un arma de dos filos, puede ser un buen centro de conocimiento o una pérdida de tiempo en una burbuja de mera práctica; hay un dicho que me gusta mucho que dice: “En la universidad se pulen las piedras, pero se empañan los diamantes” (cada quién sabrá si es una piedra o un diamante, o ninguna de las dos). Hay muchos ejemplos de grandes hombres que han sido pésimos estudiantes y parteaguas en el sistema, como por ejemplo: John Gurdon, Albert Einstein, Évariste Galois, Salvador Dalí, Giuseppe Verdi, etcetc, etc. Claro que la universidad puede ser una fuente de relaciones humanas, buenos maestros, etc, pero algo que si es verdad, es que a partir de la revolución industrial lo único que comenzó a importar (y desde antes), es crear generación tras generación de soldados con un código de barras mal pegado en el brazo izquierdo, donde lo importante no es destacar de manera abrupta sino destacar medianamente o ser uno más de los hijos infinitos del universo… la misión principal de la mayoría de las universidades es la de reforzar la fuerza de trabajo… No de manera muy creativa sino rutinaria y aburrida, aunque claro… No todo es gris, las cosas han ido cambiando también para bien, hay nuevas metodologías de enseñanza muy inspiradoras y funcionales, todo depende en que estrato de la sociedad nos encontremos o de la “suerte” que corramos (yo no creo en la suerte). 

 

Y bueno… ¿A qué va todo esto? ¿Dónde entran las finanzas aquí? ¿El trading? Pues entran a la perfección, no te preocupes por estudiar en la mejor universidad de finanzas, preocúpate por saber exactamente para que quieres estudiar finanzas, no te preocupes por encontrar la mejor estrategia de “trading” o el indicador sagrado, preocúpate por saber cómo se llega al estrato más alto en este sector. ¿Sabías qué según datos confiables, estás tan solo a 6 personas de conocer a la persona adecuada para crecer de manera exponencial? Por eso si preocúpate, empero sobre todo, ¡Ocúpate!   

 

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