Decadencia populista

Parece ser que mientras más tiempo pasa en el vivir de los seres humanos, menos sabiduría se acumula en los anales de la psique colectiva; el ser humano lejos de aprender de los errores de los demás, se “envalentona” y se cree la excepción a la regla; ya son muchos los países que han pasado a través de la pretensión comunista y han fallado rotundamente. ¿Entonces por qué algunos siguen creyendo que va a funcionar? ¿Cómo puedo valer lo mismo el esfuerzo de un peón al de un cirujano plástico? (No me malinterpreten, no estoy diciendo que uno sea más valioso como ser humano que otro, pero en lo referente a complejidad cognitiva, uno es más óptimo que otro, así se sencillo y claro). Sí, ya sé, sería idealmente maravilloso que todos pudiéramos vivir en un mundo sin soberbia, 100% empático, generoso y humilde, etc,… Pero infortunadamente no nos encontramos precisamente en ese eslabón de la evolución humana, sino bastantes pasos antes, donde la competitividad, el egoísmo y el instinto material están en pleno apogeo, por lo tanto… ¿Cómo puede caber el comunismo en tan complicado mundo? Sencillamente no cabe; Algunos dirán: ¡Tampoco cabe el neoliberalismo! A lo que yo contesto: Nunca hemos vivido en Neoliberalismo, sino en un mercantilismo estatal rotundo. El neoliberalismo verdadero es funcional y justo. ¿Por qué justo? Por qué no condiciona la oferta y la demanda como lo hace el comunismo, sino que da plena libertad al ciudadano de hacer negocio con quién quiera y cuando quiera, siempre y cuando no corroa el bienestar común y allá igualdad ante la ley para todos. No necesitamos a papá estado para que resguarde nuestro dinero y nos diga donde meterlo (risas y más risas hasta el infinito) En fin…

 

Qué triste que algunos movimientos políticos sigan utilizando la división para hacerse de un lugar ventajoso en la política, no se dan cuenta que aforismos como “Divide y vencerás”, son obsoletos y miserables… Ahora la culpa la tienen los ricos y no los pobres, entonces vamos a quitarle a los que tienen para darle a los que no tienen, así sea la fuerza (risas y más risas). En fin… A veces me da vergüenza ser un humano, es como una raza que nació predestinada al fracaso y recorre su miserable existencia en círculos creyendo que va hacia el cielo. 

 

 

Marco Cass 

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